Cuyo Dios es su vergüenza
- Freddy Villarroel de Paulette
- 11 abr 2015
- 2 Min. de lectura

Texto: “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” Filipenses 3:18-20
Este es el 2° de 4 devocionales que compartiré con ustedes, estamos analizando a los enemigos de la cruz de Cristo, los enemigos de lo que Jesús hizo en la cruz, es decir, los que en su caminar diario, están entregando un mensaje muy diferente al cual Jesús nos dio, y para los cuales, su fin es la perdición.
En el primer devocional analizamos la característica de “cuyo dios es el vientre” que hablaba de guiarse por sus propios deseos, ahora analizaremos la característica de “Cuya gloria es su vergüenza”, es decir de aquellos que se enorgullecen de lo que les debería dar vergüenza.
Recuerdo que en mi juventud fui muy, pero muy carretero, fiestero. Juerguista, jaranero, etc. Siempre me dio mucho orgullo decir que fui administrador de uno de los más grandes pub de concepción o que fui productor de eventos de una de las discoteque más famosas de su época (no diré los nombres para no hacer publicidad gratis jajaja). En la actualidad pienso 2 o 3 veces en poner eso en mi curriculum y mucho menos pido que lo pongan en mi curriculum ministerial. No es lo primero que le diré a una iglesia cuando me entrevisten para ser su pastor. Sin lugar a dudas, mi mayor orgullo era lo que estaba haciendo mal en la vida.
Quizás conocen en la iglesia al chico que se enorgullece por conquistar a más de una chica, al cual va a los congresos no a conocer las buenas nuevas sino a las nuevas buenas (en Pandemia vi a más de uno). O quizás nosotros mismo somos los que nos avergonzamos del evangelio, o más puntual, nos avergonzamos de decir que somos cristianos. Nos encanta decir que tocamos la batería o guitarra, siempre que no sepan que es en una iglesia.
La mejor forma de que nuestra gloria no sea nuestra vergüenza, es que no tengamos vergüenzas, busquemos la santidad de Dios, busquemos entregarle todo a cristo, morir a nosotros mismo y no avergonzarnos del evangelio.
Los invito a meditar y a analizar las conversaciones con sus amigos, lo que les gusta que los otros sepan de ustedes y vean si su gloria es su vergüenza.
コメント